Cuando estás enamorada de alguien, duras meses, meses y más meses, incluso años. Y cuando por fin decides dejarle ir, eres incapaz de olvidarle.. o te es imposible dejar que se vaya. Porque no soportas verle con otra persona, ni diciéndole lo mismo, prestándole la misma atención, haciéndole las mismas bromas, ni diciéndole las mimas tonterías, en los mismos sitios, las mismas palabras. sientes la impotencia correr por tus venas, los recuerdos, las ganas de odiarlo pero sin dejar de quererlo, los celos, la envidia, la adicción, la atracción, el egoísmo, la añoranza, todo, un cúmulo de cosas que te dejan casi sin aliento. Cuando se te junta todo, y te das cuenta, de que nada te hace sentirte mejor, buscas ayuda en amigos, familia, en lo que sea. Pero nada, sabes que nada te hace sentirte completamente bien, sabes que lo que buscas es un abrazo suyo. Imagínate, sí, en esa cama, él acostado, tú abrazada a él, tumbada apoyando la cabeza sobre su pecho, ¿sabes de lo que hablo? Sí, esa típica foto de Internet de las que tanto hablábamos. Imagínate esa situación, ¿a qué ya no siente esa angustia, a qué eres feliz? A eso me refería mi vida, eso es lo que buscas, eso es lo quieres.
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